La Purga

Después de que el legítimo Canciller Sheev Palpatine logró desenmascarar las intrigas de la Orden Jedi, se convirtió inmediatamente en un blanco para los traidores. De no ser por la rápida intervención de Anakin Skywalker, quien desconocía los planes traicioneros de sus maestros, la vida del Canciller hubiera sido arrebatada antes de dar a conocer los verdaderos colores de la Orden.

Fue entonces que el Senado de la República Galáctica, en la luz de las pruebas reveladas, resolvió con la unanimidad de sus representantes ascender a Palpatine a Canciller Supremo. La República, sumida en caos y al borde del colapso por las Guerras Separatistas, requería de una mano fuerte que pudiera sacarla de su decadencia. Nuevamente, el Canciller Supremo sería el salvador: la República debería convertirse en un Imperio, pero esto sería imposible con la Orden Jedi sometiendo mentes, asesinando opositores y manipulando la galaxia desde las sombras.

El primer paso para librarse de las pérfidas maquinaciones Jedi fue ejecutar el Protocolo Clon 66 (conocido como la Orden 66), por el cual el Gran Ejército de la República procedió con la ejecución sumaria de todos los miembros de la Orden Jedi designados como traidores. Si bien el exterminio de los infames maestros fue efectivo, no fue total. Los pocos miembros sobrevivientes sembrarían la semilla de la sedición en la República, y esto no es algo que el Canciller Supremo Palpatine quiso tomar a la ligera.

Es así que reuniendo a los clones mas sobresalientes del Gran Ejército de la República en conjunto con los ex-Jedi cuya inocencia fuera evidente y se mostrasen fieles a la construcción del Imperio, se formaron los escuadrones de Purga: un grupo selecto de cazadores con el único objetivo de encontrar y neutralizar la amenazada de los perversos maestros Jedi sobrevivientes de la Orden 66.


Misión A-1

Como primer objetivo del Escuadrón de Purga, el flamante Lord Vader ha ordenado la ejecución sumarial del maestro Jedi Zeb Monsula, un diplomático mirialano que durante el fragor de las Guerras Separatistas su trabajo consistía en mediar las negociaciones de paz entre la República Galáctica y la Confederación de Sistemas Independientes, puntualmente la Federación de Comercio. En palabras de Vader: «para fracasar diplomáticamente como Monsula es necesario hacerlo adrede… es claro que su objetivo no era la paz, sino trabajar bajo una agenda Jedi más perversa«.

Maestro Jedi Zeb Monsula

Cuando la Orden 66 fue ejecutada, el maestro Zeb Monsula se encontraba en viaje para reunirse con el virrey Nute Gunray, quién fue asesinado por Darth Vader antes de que el Jedi pudiera contactarlo. Tras la muerte del virrey, los diplomáticos neimoidianos pactaron un acuerdo con Zeb Monsula: la Federación de Comercio daría asilo político y protección al diplomático Jedi a cambio de que éste les otorgue secretos del Senado y la República; en su imaginación, este intel les permitiría negociar su supervivencia. Los neimoidianos no cuentan con que el futuro Imperio Galáctico no negocia con traidores y asesinos; es cuestión de tiempo para que el Escuadrón de Purga dé con el paradero de Zeb Monsula y lo extermine implacablemente como la basura cobarde que es.

Ejecución

El último paradero conocido de Zeb Monsula se ha determinado a partir de un manifiesto de carga reportado por un agente infiltrado en el planeta Deko Neimoidia, uno de los ‘mundos billetera’ de los neimoidianos. No hay indicios de que el maestro Jedi haya abanbdonado el planeta, y debido a la gran concentración de droides de la Federación de Comercio detectados en la superficie más un cordón de artillería atmosférica, permite indagar que los neimoidianos suponen que será un lugar lo suficientemente seguro como para mantener a salvo a su nuevo aliado.

Antes de ejecutar a Monsula, primero hay que encontrarlo: inteligencia indica que hay un concentrador y centro de control droide en algun lugar al sur del planeta, en la zona insular. El trabajo del Escuadrón de Purga será ubicar el centro de control, irrumpir en la seguridad del concentrador, y desencriptar un canal de datos seguros para acceder al mainframe de gestión, donde seguramente estará almacenado el paradero del Jedi. Los expertos advierten que una vez asaltado el centro del control, los protocolos de defensa droide serán activados, y más que recuperar el concentrador, irán a destruirlo. Las fuerzas en tierra deberán defender la posición mientras se desencripta el canal seguro.

La 41° Legión será desplegada desde el Retaliation, un destructor estelar clase Venator, junto con comandos de las Fuerzas Especiales, acompañados por dos inquisidores que responden directamente a Lord Vader. La victoria está asegurada.


Misión A-2

Ubicar al maestro Zeb Monsula está consumiendo más tiempo de lo esperado: hace 36 horas que elementos de la 41° Legión se encuentran merodeando la espesura de Deko Neimoidia sin un resultado favorable. Los cazadores del Imperio no han hecho más que encontrarse con numerosas escuadras de drones la Federación de Comercio, incluyendo versiones avanzadas de éstos que son un desafío hasta para los clones veteranos. Salvo la captura de uno de los centros de comando enemigos, no hemos hecho más que dar vueltas en círculos y participar de escaramuzas aisladas que lo único que consiguen es mermar la capacidad operativa disponible para completar la misión.

Para dar un cierre a esta cacería, parte de la comandancia a bordo del Retaliation ha decidido establecer un centro de mando sobre la superficie del planeta, enviado un centro de mando móvil a bordo de un LAAT, con destino en una de las zonas capturadas. Desafortunadamente se perdió contacto con la aeronave en uno de los valles a un par de kilómetros de donde se encuentran los comandos de las Fuerzas Especiales. Un equipo de respuesta de conformado por 8 clones fue enviado a la última zona de contacto con el LAAT del centro de mando, el cual también cortó toda comunicación pocas horas después de haber ingresado al valle.

Es de fundamental importancia dar con el LAAT y sus tripulantes, y siendo que los comandos de las Fuerzas Especiales están en las cercanías, el almirantazgo del Retaliation ha asignado una misión de búsqueda y rescate.

Ejecución

Claramente lo que el almirante del Retaliation suponga como una misión prioritaria nada tiene que ver con el objetivo de Lord Vader y sus inquisidores; de hecho, ya se han tomado medidas al respecto de semejante falta de respeto hacia los emisarios del Emperador. Pero hay un hecho que resulta cierto y a la vez inquietante: los droides no tienen la capacidad táctica para llevar adelante maniobras de semejante complejidad, y sobre todo con el nivel de sigilo y meticulosidad observados.

Los inquisidores suponen que la desaparición del LAAT y el centro de mando viene de mano del accionar directo del maestro Zeb Monsula, con lo cual han pautado una serie de objetivos que casualmente están alineados con el mando del Retaliation: la 41° Legión y los comandos de las Fuerzas Especiales llevarán a cabo un barrido de la zona con el objetivo de aprovechar al LAAT como carnada, y dar caza de una vez por todas a la presa Jedi. Los inquisidores han decomisado algunos vehículos para completar la tarea, así que es una cuestión operativa decidir como encarar el avance, pero lo cierto es que Lord Vader espera una respuesta favorable y pronto.

La escoria Jedi esta a punto de encontrarse con su justo castigo.


Misión B-1

Ocho años después de la muerte del maestro Zeb Monsula, los inquisidores a cargo de Darth Vader han recorrido toda la galaxia en busca de los traidores Jedi. Hace tan solo unos meses y basándose en reportes de agentes infiltrados del imperio, se ha detectado un patrón de comportamiento poco usual entre los mineros mimbanitas de Kessel-3, un planetoide del sistema Kessel conocido por sus ricos yacimientos de especia.

Rebelde Mimbanita

Los mimbanitas son particularmente sensibles a la especia, lo cual los convierte en los candidatos perfectos para que empresarios como la familia Pyke puedan llevar a cabo la extracción y procesado del valioso y adictivo mineral. Si bien los miembros del sindicato Pyke fueron antaño traficantes prescriptos por el Imperio Galáctico, hoy han dado cuenta de sus errores y son prestigiosos colaboradores del esfuerzo del Emperador Palpatine en toda la galaxia.

De naturaleza apacible, los mimbanitas siempre colaboraron en buenos términos con la familia Pyke, pero desde hace un mes se han reportado episodios de disidencia y disturbios en los asentamientos cercanos a las minas de especia. Algunos mineros mimbanitas habrían improvisado armas a partir de herramientas de minería modificadas, y en una explosión de furia, acribillaron a sus capataces. Hasta hace unos días, esta situación no era más que un malentendido de rutina, pero resulta ser que estos elementos rebeldes se hicieron con un cargamento de armas de categoría militar, y la semilla de la sedición acarreo a muchos más rebeldes a la causa.

Lo que resulta mas extraño aún es la capacidad de organización que poseen los guerrilleros: resulta casi imposible para los expertos analistas del Imperio que los mimbanitas hayan podido coordinarse tan rápido y con tanta efectividad… claramente la mano de un experto en tácticas de guerrilla se encuentra detrás de toda esta debacle.

Esta situación sumada a reportes de dos monjes humanos que se encontraban vagando y pregonando entre los campamentos mineros en contra el Emperador y su obra, hace que sea mucho más que probable que la mano Jedi se encuentre detrás de semejante barbarismo contra las buenas gentes del Imperio.

El trabajo de los inquisidores y sus hombres será apagar los fuegos rebeldes en Kessel-3, dar con el paradero de estos monjes, y traer orden al caos, como bien lo indica la doctrina del Emperador.